fbpx

Algunas operaciones de columna pueden suponer un grave riesgo para la médula o las raíces nerviosas, no porque el cirujano pueda descuidarse o cometer un error, sino porque hay maniobras en las que el cirujano no tiene posibilidad de controlar visualmente la estructura nerviosa en riesgo ni la función de dicha estructura. En estos casos, la neuromonitorización es un sistema de alarma que permite al cirujano saber si está causando daño con sus maniobras, de forma que pueda modificar la acción quirúrgica para evitar secuelas.

Si bien el especialista encargado de realizar la monitorización es el Neurofisiólogo Clínico, no todos ellos están formados en técnicas intraoperatorias, sino que necesitan un entrenamiento específico en este campo.

Hay varias técnicas de monitorización que pueden ser usadas en quirófano. Para médula y nervios espinales son: la electromiografía espontánea, la respuesta miográfica a estímulos eléctricos, los potenciales evocados somatosensoriales y los potenciales evocados motores. Los equipos utilizados en quirófano son similares a los utilizados en el laboratorio de Neurofisiología (quizá a alguno de ustedes le han practicado la «prueba de las agujas»), aunque en quirófano se necesita controlar muchos canales de registro a la vez, con lo cual los equipos suelen ser más sofisticados.

De todas las técnicas, la más valiosa probablemente es el registro de potenciales motores, ya que evalua la integridad de la función motora; para entendernos: que no se produzca una parálisis durante la cirugía.

El uso de monitorización es casi obligatorio en el momento actual en cirugía de la deformidad, ya que las maniobras de corrección pueden causar daño al cordón medular, el cual se encuentra encerrado en el canal raquídeo y fuera del control del cirujano. Otras técnicas como la fusión lateral transpsoas (XLIF) mejoran mucho el índice de secuelas cuando se utiliza monitorización y, en general, cualquier cirugía de columna podría beneficiarse de estas técnicas complementarias. No obstante, no sería eficiente utilizarla en todos los casos, ya que añade tiempo de anestesia que no estaría bien justificado en cirugías habituales sin factores de riesgo añadidos.