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Párate un segundo y piensa: ¿Cuántos movimientos diferentes realizo durante un día? ¿Cuántas veces realizo los mismos movimientos a lo largo de una semana? ¿Y durante un año?

 

Si tenemos en cuenta que las degeneraciones (del tipo que sean) vienen precedidas en la mayoría de los casos por un sobreuso (unido a un mal uso) de las articulaciones y estructuras de nuestro cuerpo, parece obvio pensar que si modificamos la forma en la que nos movemos y la hacemos más segura, eficiente y sobretodo de la manera correcta para cada persona, esas degeneraciones y ese dolor asociado a las mismas, deberían desaparecer o al menos remitir.

 

Pero, si es tan sencillo ¿por qué tanta gente tiene dolor? Son muchos los factores a tener en cuenta para responder esta pregunta, sin embargo, uno de los que estaría presente en la mayoría de las respuestas, es porque no sabemos movernos, porque no sabemos hacer un buen uso de nuestras articulaciones y no somos conscientes de las compensaciones y desviaciones que realiza nuestro cuerpo para conseguir lo que buscamos.

 

Lo queramos o no, el jefe, el que manda de verdad, es el cerebro y si éste quiere desplazarse hacia un lugar, coger algo o simplemente que giremos la cabeza, mandará una señal al cuerpo para que ejecute dicha acción. El problema, viene cuando nuestro cuerpo, o bien sufre limitaciones o bien realiza el movimiento utilizando unas estructuras que no son las más adecuadas y eficientes para esa acción. Cuando esto se produce a lo largo del tiempo, aparecen las degeneraciones y con ellas el tan temido dolor.

 

Como se puede observar, y variando la perspectiva del dolor, éste no es la causa sino la consecuencia de una serie de problemas que se están produciendo en nuestro cuerpo. Es la señal de aviso de que algo perjudicial está ocurriendo en nuestro cuerpo y tenemos que cambiarlo lo antes posible.

 

Por lo tanto, sólo modificando la forma en la que nos movemos, haciéndola más segura, con las estructuras adecuadas y de una manera correcta, conseguiremos disminuir la degeneración asociada a nuestros movimientos.

 

Desde iespalda, contamos con especialistas, encargados en la reprogramación de unos patrones de movimiento adecuados, que ayuden a disminuir el deterioro estructural y por lo tanto su dolor asociado.

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